7/20/2008

LA NUEVA COCINA BOLIVIANA Y LA COCINA FUSIÓN



Por: Guillermo Iraola Mendizábal


Hablar de NUEVA COCINA BOLIVIANA, es necesariamente un tema que requiere de una mirada a las diferentes tendencias culinarias que se dan hoy en el mundo.

Lo “Nuevo”, es decir lo actual, debe estar circunscrito a las normas estéticas de diseño y de combinación de sabores que van con las tendencias del mercado.

En todas partes del mundo hoy en día se habla de lo nuevo, de aplicaciones culinarias creativas que parten de la utilización de los ingredientes locales y se combinan con técnicas culinarias occidentales u orientales (pero tradicionales al fín). Es decir que lo “nuevo” es como una marca que nos aparece con el mensaje de renovación para el espíritu y para el estómago.

Por lo tanto se habla de cocina “Novo Andina” (La nueva cocina que se hace en los países por donde atraviesa la cordillera de Los Andes), “Cocina Novo Peruana” – “Cocina novo Chilena” – “Cocina novo Colombiana” – “Cocina novo Ecuatoriana”, es decir que el añadido del “novo”, es un indicativo de cambio de modernización pero que mantiene la esencia del lugar de donde procede, por eso se le añade el apellido, es decir el nombre del país o región de donde proviene.

Claro, estamos en un época donde lo regional toma preminencia sobre lo nacional, sobre lo continental. Cada ciudadano es orgullosos de su región de su ciudad y en ella descubre valores que antes no se los había visto porque la mentalidad era más generalista. Las comidas regionales están en boga,presentadas con todo su esplendor tradicionalista y conservador y están los innovadores que crean lo nuevo, que cambian y se adaptan a las exigencias de un mercado cada vez más segmentado.

Entonces surge la necesidad de explicar lo que se está haciendo con la cocina, surgen nombres como “COCINA DECONSTRUCTIVA” – “COCINA FUSIÓN”- “COCINA MOLECULAR” – “COCINA DE AUTOR” – “COCINA ETNICA” y otros nombres que pretenden solo explicar cual es la especialidad del ejecutante. Pero estas cocinas existieron siempre, como la “COCINA FUSIÓN”, que por definición es la que se viene haciendo en la América desde el momento que los Europeos desembarcaron en nuestras costas y se encontraron con un paraíso de condimentos e ingredientes que enriquecieron para siempre los recetarios internacionales .

La “FUSIÓN”, es lo de siempre, lo que venimos comiendo desde que tenemos uso de razón, solo que ahora lo entendemos mejor y hemos aprendido con mas propiedad a manejar las técnicas que hacen posible la utilización de los ingredientes locales.

Y claro, la consecuencia final es que ya estamos creando una nueva cocina, porque el ser humano es así, creativo, inventivo, no se contenta con lo que tiene y que mejor, en buenahora, porque eso nos permite disfrutar de diferentes maneras de lo mismo.

Finalmente, vale la pena aclarar que la “NUEVA COCINA BOLIVIANA”, tiene sus propios argumentos y no copia a nadie, es nueva y es original, sus ejecutores así lo entienden y son capaces de seguir un camino ordenado, como les dicta la filosofía de este singular encuentro cultural entre lo nuestro y lo moderno del mundo (Lo nuestro= Lo Aymara, lo Queschua, lo Guaraní aportando todos los días a la cultura occidental).

LOS COLORES EN LOS PLATOS DE COMIDA BOLIVIANOS



Por: Guillermo Iraola Mendizábal

Cada vez que usted elige un plato de comida, lo hace por la atención que le llama la variedad de colores de su composición. De manera instintiva, elegimos aquello que nos parece mas fresco, el apetito se estimula o se mitiga en relación casi directa con la reacción del observador ante el color, inclinándonos a elegir el plato que mayor colorido presenta, en el que los productos se muestran de la forma mas natural posible.

Espontáneamente, queremos que una guarnición de lechuga, apios o brócolis se muestren en su color natural verde, que la zanahoria muestre su color naranja o que la carne conserve el rojo o guindo brillante que la caracteriza.

Los platos deben satisfacer tres criterios, color, fragancia y sabor, para ser elegidos en un buffet o mostrador del restaurante.

Todas estas reacciones naturales y necesarias, que además forman parte de un desarrollo personal, aprendidos de acuerdo con su entorno cultural, son códigos o mensajes que tienen una lectura de acuerdo con las condiciones del lugar donde nos encontremos o de acuerdo a nuestra mayor o menor inclinación a ciertos valores de la escala cromática.

Al encontrarnos frente a un plato de la “nouvelle cuisine” francesa o con una especialidad de la cocina japonesa, o de la “nueva cocina Bolviana” exclamamos sorprendidos ante de belleza de su presentación y armonía de colores y nos preguntamos si el futuro de nuestra comida será mas atractivo como se lo pinta.

Pensando en como podríamos enriquecer nuestra comida nacional, se me ocurrió que el color era el punto de partida para este emprendimiento. No quiero abundar en los comentarios del porque muchos de nuestros platos típicos con tan terriblemente color marrón, cafés, apenas amarillos o muy blancos, pero hay que recordar que hace no mas de 15 años, a nadie le gustaba incluir en su dieta las famosas ensaladas, porque pensaban que esta era una comida de rumiantes.

Así el arroz, la carne y las papas, ganaron las preferencias por años de distinguidos clientes que no encontraban otra manera de completar su dieta.

El caso es que los gustos y sabores, van cambiando y las tendencias de este mundo globalizado, nos obligan a revisar con un poco más detenimiento la manera más adecuada de presentar nuestra comida, además diría que es una necesidad equilibrar no solamente el tema de grasas, lípidos y carbohidratos sino además de deleitar a nuestro espirito con colores armónicos y agradables.

El color y la comida están tan íntimamente relacionados que todos esperamos que los colores frescos y llamativos correspondan en sabor y calidad de los alimentos.

Esta es la razón por la que una variedad de colores en el plato, puede ser un factor interesante para que los clientes retornen al mismo lugar.

La próxima vez que coma, fíjese en los colores que tiene en su plato, los colores frescos y naturales, dotados de una valor nutritivo para mantenernos perfectamente sanos, son los que tienen la gama del rojo y naranja, el dorado o el marrón y el verde. Si los colores que tiene ante usted son intensivos y sintéticos, probablemente se deba a los colorantes artificiales, utilizados con frecuencia para que la comida poco sana resulte atractiva.

Algunas sugerencias para elegir adecuadamente de acuerdo con los valores de la cromoterapia, son los siguientes:

Los alimentos de energía roja (carne roja, huevos, café, té, sal) activan a las personas, aunque en exceso podría causarles irritabilidad, impaciencia, rabia. Los alimentos con energía naranja (naranja, mangos, papayas, zanahorias, nabos, yemas, jengibre) proporcionan a los consumidores digestiones fuertes, comportamiento sexual saludable y una actitud de felicidad permanente. Los alimentos con energía amarilla (arroz, lentejas amarillas, peras, plátanos, piñas, melones, pomelos, mantequilla, miel obscura), refuerzan la memoria, proporcionan buen humor y una actitud positiva y feliz. Los alimentos con energía verde (pimientos verdes, uvas blancas, kiwis, higos, limones, limas, lechugas, apio, pepinos, col coliflor, yogurt, leche) proporcionan una presión sanguínea estable, niveles de acido y alcalinidad estables y mucho amor.

Los colores naturales de los alimentos son el modo que la naturaleza tiene de comunicarnos los nutrientes que contienen.

PICANA, PLATO TRADICIONAL DE LA PAZ


RECETA ESTANDAR DE LA PICANA
- PLATO TRADICIONAL DE LA PAZ-

INGREDIENTES(para 8 personas)
1 kg. pecho de res
1 kg. carne de Cordero
1 Gallina
2 Tomates
2 Nabos
6 Zanahorias
3 Cebollas coloradas
3 Copas de vino tinto
2 Ají verde
1 ramita de Perejil
2 hojas de Laurel, Orégano y
Comino
10 granos Pimienta negra
8 Papas pureja o Papas Imilla
grandes
4 Choclos tiernes – regular
tamaño
20 grs. Mantequilla
½ taza de Uvas pasa
½ taza Ciruelas negras
3 u. Claves de olor

MODO DE PREPARACIÓN.
1.- Primero se prepara un fondo, para lo cual se cortan las carnes de res y cordero del tamaño de una nuez aproximadamente y se fríen en una sartén con aceite junto el nabo , los tomates, las zanahorias y tres cebollas (todas estas verduras cortadas en 4). Revolver y controlar que se dore todo de manera uniforme.Luego se coloca todo en 2 lts. de agua hirviendo, arregando 2 ajís verdes sin semilla, 1 cucharilla de perejil picada, 2 hojas de laurel, 10 pimientas negras y sal al gusto.

2.- Después de 1 ½ hora de cocción, añada el pollo 2 copas de vino tinto, las pasas, las ciruelas y el clavo de olor, controlar que no reduzca demasiado, cuando el pollo esta cocinado esta listo. Se añade 1 cucharilla de orégano y comino molido. Reservar.

3.- Por otra parte cocinar el choclo y las papas en olla separada. El choclo partir mitad. Reservar las papas en la misma olla colocar un trozo de mantequilla y luego batir las papas. Destapar y rociar con perejil finamente picado. Batir nuevamente y reservar.

4.- Se sirve en plato hondo colocando una papa aperejilada y un pedazo de choclo por persona.

LA GASTRONOMIA PACEÑA EN LA CIUDAD Y PROVINCIAS

LA GASTRONOMIA PACEÑA – CIUDAD Y PROVINCIAS

POR: GUILLERMO IRAOLA MENDIZÁBAL

El departamento de La Paz, con su capital departamental, la ciudad de La Paz y su área metropolitana, son en la actualidad el referente mas importante de la actividad cultural de la nacionalidad boliviana. Parte componente esencial de esta “cultura”, es necesariamente la comida, asunto tan importante para cualquier pueblo del mundo, que se manifiesta de acuerdo con su realidad geográfica, usos y costumbres, horarios y realidad agrícola de sus campos.

Con seguridad son muchos más los factores que inciden en la determinación de lo que se come en cada lugar. Algunos con mas suerte y otros con menos, han logrado desarrollar conceptos culinarios que le dan presencia global y seguidores de sus técnicas y combinaciones de sabores.

La ciudad de La Paz, fué fundada en el año 1548, por el capitán Alonso de Mendoza, por encargo de La Gasca, para conmemorar la conclusión de las guerras civiles del Virreynato, entre Almagristas y Pizarristas Su primera fundación se llevó a cabo en Laja el 20 de octubre y tres días más tarde se trasladaron a la hoyada actual, en el que ya existía un pueblo Aymara de nombre “Chuquiago” , rebautizándola con el título de Nuestra Señora de La Paz.

La región en la que se desarrolla esta ciudad, es un territorio que ancestralmente pertenece al pueblo Aymara, quienes fusionaron su cultura inicialmente con los Quechuas que los dominaron y posteriormente con los Españoles gestándose de esta manera una cultura mestiza rica en valores de toda índole y en particular de una cultura culinaria exquisita, con una fuerte identidad Aymara, que impregna con su aporte a lo Boliviano de una manera intensa.

En esencia se trata de una cocina Aymara, que en algunos casos se trata de fusiones con conceptos culinarios Españoles o Europeos fundamentalmente y en otros, creaciones nuevas de reciente data, elaboradas por cocineros Aymaras que interpretan su mundo gustativo de una manera peculiar.

El Paceño de hoy es “culturalmente Aymara”, la ciudad capital y sus provincias, están definitivamente influidas de ese mundo Andino tan especial, tan diferente a otras áreas del continente Americano. Tierra de grandes creadores y diseñadores, espíritu alegre del continente, llevan su música, sus vestimentas y sus interpretaciones de la vida a todas partes del mundo. Aymaras, bailando los ritmos y música de su creación existen en Sao Paolo, Bs. Aires, New York, París, Berlín, Roma, Madrid y tantas otras ciudades del mundo que los acogen como trabajadores de mano de obra fina, sensible y de alta calidad.

Ni que decir de sus cocineros, valorados en todas partes. Los hay de nacionalidad Peruana, haciendo furor con su cocina en las capitales del mundo, también Aymaras Chilenos y Argentinos, paseando con su cocina por los mejores Restaurantes. Aymaras Bolivianos, regados por todas partes del territorio nacional, en Santa Cruz, en Cochabamba, en Sucre, en Tarija, en el Chaco, en Trinidad, en Cobija, en Oruro, en Potosi, en Brasil, en Argentina, en España, en Francia, bueno, es decir, en una cantidad de lugares; tantos, que sería extenso nombrarlos a todos.

En Bolivia, que sería sin los cocineros Aymaras que son los que sostienen las cocinas de los principales hoteles y restaurantes de Oriente y Occidente. Gente por supuesto, muy creativa, persistente, trabajadora y leal. Ellos, herederos de una cultura tan rica y tan extensa en el continente, son los directos responsables de lo que llamamos ahora la “cocina paceña”, nuevo nombre con el se conoce su antigua ciudad y que ahora se constituye como la más importante y la mas poblada de la cultura Aymara, por ello denominada la “CAPITAL DE LA CULTURA AYMARA” y también sede del Gobierno de la República de Bolivia.

El departamento de La Paz, con esas características de base, ha abierto los brazos a una cantidad de imigrantes de diferentes nacionalidades que se han afincado en sus tierras y que trajeron con ellos sus costumbres y gustos culinarios propios, propiciando una valoración renovada de la culinaria mestiza y logrando insertarse con mucha fuerza en el imaginario de su gente. Tenemos casos de aportes interesantes iniciados después de la guerra del chaco, como el realizado por los inmigrantes Italianos con la Papaya Salvietti, la marraqueta y el uso intensivo de la pasta Italiana en todas su formas, culminando en el fabuloso “ají de fideo”. Es decir que, cada grupo de inmigrantes compartió su visión culinaria, como lo hace hoy en día la empresa Stege con sus salchichas, que ya se han convertido en recurso indispensable de la fiesta de San Juan, sustituyendo la tradicional “ huatía” y el “anticucho”.

Existe otro componente esencial en el relato gastronómico y es la influencia de la Iglesia Católica en la imposición de algunos temas culinarios, con el pretexto de honrar de esa manera a nuestro creador. Por ello, para entender la cocina que se hace en la ciudad de La Paz, hay que revisar el calendario Cristiano y las comidas que se acostumbran para estas épocas, pero eso no es todo. La “cocina paceña” no está referida únicamente a la ciudad, también tiene un sitio importante la que se hace en el campo, en sus provincias y la que se acostumbra en el día a día y que no necesariamente tiene un caracter festivo.

En la ciudad de La Paz, hay restaurantes para todo bolsillo y se puede encontrar todo tipo de cocinas, casi sin temor a equivocarme, puedo decir que esta ciudad es la capital gastronómica de Bolivia, porque en ella se encuentran todas las cocinas del mundo y los cocineros más importantes de Bolivia (Sin el menor ánimo de contrariar otras opiniones). Por lo tanto también es posible encontrar todas las cocinas y sabores que se hacen en todo el territorio boliviano.

Este último aspecto, a dificultado, poder identificar con exactitud cuales son los platos que pueden ser denominados auténticamente paceños y cuales son apropiaciones inteligentes realizadas por el uso y costumbre de sus gentes y que le dan la fuerza para que sean incorporadas en su acervo cultural otorgándoles ciudadanía paceña. El paceño siempre pensó como boliviano y nunca hizo diferencias, pensó en cultura boliviana, nunca pensó en cultura paceña, probablemente esto es lo que dificulta el poder identificar de mejor manera lo regional.

En un intento de ordenar sus manifestaciones culinarias, presento en primer lugar un detalle de lo que se acostumbra comer en las fiestas principales, por lo que en cierta manera, la comida que se anota en estas fechas puede ser considerada como “festiva citadina”. Su característica principal es que se comen en determinadas fechas pero no de manera repetitiva y tampoco como base del sustento diario, más bién son comidas complementarias a la dieta regional que está constituida de un recetario mucho más extenso y que será parte de otra publicación que está en desarrollo.


CALENDARIO DE COMIDA FESTIVA

Fusión de cultura agrícola aymara y religión católica
(Campo – Ciudad)


FECHA, EVENTO, COMIDA ACOSTUMBRADA Y PRINCIPALES HECHOS


Invierno (21 de junio al 20 de septiembre)

21 de junio Año nuevo aymara Machaqa Mara
Lagua de chuño
21 de junio Kállwaku mama urupa
Apthapi ( Comida comunitaria compuesto de papas, chuños, ocas,
habas, choclo y queso),Día del chuño nuevo
23 de junio San Juan
Huatía,Anticucho, se acostrumbra hacer fogatas
28 de junio San Pedro
16 de julio Día de La Paz, Chairo, Costillar, Fritanga
25 de julio Pilijiya Illapan Urupa, Día del Rayo

06 de agosto Independencia de Bolivia, Picante mixto
15 de agosto La Asunta
01 de septiembre Jupachhilawi, Apthapi Siembra de Quinua
15 de septiembre Sata Qalla Apthapi Inicio de la siembra
21 de septiembre Yumani Uruchawi Apthapi Día de la Fecundidad


Primavera (21 de septiembre al 20 de diciembre)

20 de octubre Fundación de La Paz, Chairo
01, 02 y 03 de noviembre Todos Santos, Día de los difuntos
Tanta wawas, chicha morada,
Preferencia por: Sajta de pollo, Fricasé,
Thimpu,Jakonta, Queso Humacha, Ají de fideo Regularmente se procura preparar los platos que
gustaban al difunto pero hay preferencias por otros
platos.
02 de noviembre Amaya Uruchawi Apthapi, Día de los difuntos
31 de noviembre Sata Tukuya Apthapi, Siembra final
04 de diciembre Jallu Katuga Recibimiento de las primeras lluvias



Verano (21 de diciembre al 20 de marzo)

21 de diciembre Willka Kuti Apthapi
Despues del Willka Kuti se come frutas de plantas
silvestres, Achacana, Sik´i,Sik´ura,
Sankayu etc. Día más largo
22 de diciembre al 22 de enero Siwaraña pacha Inicio de aporque
24 de diciembre Navidad Picana
31 de diciembre Año Nuevo Fricasé, Buñuelos con chocolate
24 de enero al 02 de febrero T´lkajalxata Primeras Flores
24 de enero Alasitas Chairo, Plato paceño
Marzo (fecha movible) Anata, Apthapi Carnaval andino
Fecha movible Carnaval Puchero, Lechon al horno, Humintas,
Picante surtido, Costillar de vaca
cordero, Ají de Charquecan

Otoño (21 de marzo al 20 de junio)

21 de marzo Quillampu Inicio de la cosecha
Fecha movible Cuaresma Sopa de pescados, Challwa wallakhes Sopas para la vigilia
Semana Santa Los doce platos, que consiten en:
1. Sopas
- De leche con camarones
- Bacalao a la Viscaina
- Chupe de quinua

2. Platos de segundos
- Ají de fideo
- Ají de papalisa
- Ají de cochayuyo
- Nogada de bacalao
- Queso humacha
- Humintas a la Olla

3. Postres
- Budín de quinua o empanadas dulces o de queso
- Chancaquitas o compota de frutas
- Arroz con leche o tortillas de harina de maíz Los doce platos en homenaje
a los doce apósteles

3 de mayo Invención de la Santa Cruz, Chocopa, higos secos, porotos
tostados, Tejhti
Mayo (Fecha movible) Jesús del Gran Poder Chairo, plato paceño, sandwich de
chola, anticuchos
Fecha movible Corpus Cristi Variedad de frutas de estación
como pacay, chirimoya, mandarina y
arvejas secas, maní, habas secas,
poroto tostado
01 al 15 de junio Ch´uñuchawi Elaboración de chuño
20 de junio Maratukusi, Fin de año aymara

A manera de complementar esta información, presento algunos comentarios que se han realizado en el pasado con relación a las comidas festivas; son comentarios relevantes que por su datación nos ayudan a ubicar en el tiempo la época aproximada en la que aparecieron estas costumbres y se constituyen en un aporte a la investigación y la construcción de nuestra história gastronómica.

LA COMIDA DE CARNAVALES.

Don Zacarías Monje Ortiz, escribe en su artículo de “COSTUMBRES SOCIALES DE LA EPOCA COLONIAL Y DE LOS PRIMEROS TIEMPOS DE LA REPUBLICA”, publicado en la monografía histórica de “LA PAZ EN SU IV CENTENARIO” – (1948) “......servíase la fruta de estación, de los valles de Sapahaqui, Caracato, Luribay y Zongo, y de las huertas de todo lo de Río Abajo; también fruta de Moquegua y Tacna, que portaban a tiempo los costeños de entonces,a bordo de sus mulas pianeras, que los sábados llenaban las casonas situadas donde ahora es el Palacio de Justicia, tambo de las Concebidas, y en la calle Colón, a un paso de la plazuela de la Merced, y el tambo de harinas donde está hoy el edificio de la Munguìa, comienzos de Chocata o calle Sagárnaga, y también el tambo de Quirquinchu, sobre la plaza de Churupampa.

Servíase también “alojas y mistelas”; humintas con ají o azúcar y pasas; en otras mesas se concretaban al asado de lechón y al vino tinto.

..... En la hora de las ánimas, acallada la estudiantina o el simple piano, los danzantes funambulescos entraban a la cena, para la que era fijo que estaba dispuesto el puchero mas sensacional del año, cuyo caldo se sorbía primero en ocillos de plata, y sobre la misma comida, el paceño llevaba la ventaja de presentar las rosadas o amarillas o blancas racachas, las papas mas arenosas y exquisitas del mundo, la cecina mas ultraviolada del universo y esa salsa que jamás será superada ni por la inglesa ni la francesa, la alegre JALLPPAWAICA; que se hace moliendo los granos de ulupica con quirquiña, wacataya, shijshipa y muy poco tomate. Sobre el estupendo puchero, que también con exclusivismo honroso cuenta con las tajadas de yuca mantequillosa, venían los ajiacos de conejos o de gallina o los guisos espesados con almendras molidas y pan duro machucado; las mermeladas de durazno o frutas al jugo, y el café de Yungas que ya no huelen ni Yungueños.”

“El miércoles de ceniza, primer día de cuaresma, los que danzaron y los que no.....................a las dos de la tarde estaban integrando las filas formadas de parejas que salían a paso de camino, por todas las calles de Dios, con rumbo a las chacarillas o casas quintas, donde ya les esperaban humeantes las hogueras de carbón de queñua, los costillares en salmuera, las parrillas pringosas, y a las puertas de las chacras los obsequiosos dueños con sus vasos y jarrones de jugo de piñas o de uvas.

Se componía en un solo plato del tamaño de una fuente, por ración personal, de un poco de cada cosa de las que siguen: Guiso de carne molida, o saisi, con rodajillas de cebolla encima, junto con ajíes verdes retajados y papas enteras peladas después de cocidas; el ají de pollo; el de conejo; el de mondongo, en ají amarillo; el de libro de vaca y cordero, que era acompañado del picado de locotos, tomates, etc.; el ají de charquecan tostado; el ají de bofes de vaca, con salsa de aquello bién colorada; el relleno de plátano de cocina; el de papa y el de camote; las papas y los chuñotes reventones, de Araca, cada uno con el corazón añadido de queso, lo mismísimo que las lunáticas tuntas. Y otras cosas más, todas con guarnición de verdes habas y arvejas y el picado de perejil. Y enseguida el asado de costillar de vaca, que sobre la parrilla candente, los caballeros de paladar rociaban con vino, y con cerveza alborotada tapando con el dedo la botella, mientras las chotas románticas cambiaban arrumacos con los “Dandys”, tras de los rosales, con el pretexto de que recogían granos de romaza silvestre para otros combates, que eran lo más típico de uno de esos días de campo a la paceña.”

SEMANA SANTA:

El mismo autor nos ilustra de la siguiente manera: “.....Llegada la semana mayor, y cumplidos los deberes católicos con la iglesia, el jueves santo se ayunaba así; por la mañana, desayuno sin pan y solo café o té; a las doce, el almuerzo con mayonesa de paltas o de pescado en conserva; la sopa de vigilia, que era de pescado fresco (bogas,kgarachis, kgañus, todos titicaquenses) y de ostras de conserva, en caldo de aceite hervido con leche; es decir una anticipada réplica de la sopa que en los HERMANOS KARAMAZOFF, el ilustre Dostoiewsky, hace servir por el padre de aquellos al hijo pródigo. El plato segundo era de cajón la nogada de bacalao de Noruega , y si no lo había en plaza, de ppappi que es boga, deshidratada como el bacalao. El tercero era el ajiaco de cochayuyo del Pacífico, o del yuyo del Titicaca, fresco con papas enteras, huevo duro y lonjitas de queso tierno, en ají amarillo. El postre era de dulcempanadas, tortillas de harina de maíz, bién mantecosas, con dulce de manzana o de durazno por adorno; fruta de la estación, y chocolate o café con leche con tortas del Rosendo o de Barrón, o de quién fuere siglos antes de estos panaderos de época.”

Desde esto último, los paceños iban a las estaciones de la Pasión, llegaban de vuelta a las siete de la noche, esperaban a las ocho, y tomaban la colación, consistente en la racioncilla de compota de duraznos, peras o lujmas, con bastante canela y clavitos de olor; la taza de chocolate espeso, con torta, nada más. Al contar con guarnición militar de fuerzas regulares, acto contínuo las familias, tan enlutadas como en el día, en corporación llegaban a la retreta de gala, en la plaza de armas, mientras las muchedumbres seguían en romería a los templos para ver los monumentos al Santísimo, y apretujarse en las puertas. El viernes se ayunaba también, o no, según la severidad de las familias, y se concurría por la tarde a la procesión del Santo Sepulcro, soberbio simulacro de entierro; salían las gentes por la noche a la retreta fúnebre, donde, la gente enlutada más que el jueves, paseaba y exponía sus elegancias. El sábado de gloria, se iba a la hora misma del alba, a la misa de la Aurora, y de ella se volvía al hogar a tomarse el caldo de Pascua, que era de pavo, y el chocolate en el que se sopaba la torta de pascua, de acuatro tetas en redondo, con harto huevo la masa, herida con clavos de olor, y agobiada de pasas y tajadillas de corteza de cidra almibarada. Estas tortas las hacían a veces en formas de suches de tamaños extraordinarios.”

Dice el autor que en estas pascuas se acostumbraba vistar a los amigos, como cumplimiento social, tributándoles el abrazo pascual.

....” Esta cortesía se observaba, igualmente en la pascua de Navidad, en cuya noche buena se gustaba de la picana, el famoso guiso de vaca, gallina y cordero, cocido en ollones de barro, nuevos y cerrados herméticamente con mezcla de cal. Se recuerda el caldillo del guisado que tenía vino tinto de Madera o de la Rioja española.

EL APORTE GASTRONOMICO DE LAS PROVINCIAS:

Revisar el mapa del departamento de La Paz, nos conduce a un análisis interesante, acerca de los diferentes cultivos especializados que se dan en estas regiones y que por ende forman sus hábitos alimentarios. La gente de provincia, migrante a la gran ciudad, finalmente produce un acostumbramiento al consumo de determinadas recetas que con el tiempo se han transformado en el acervo cultural gastronómico del departamento. Así tenemos:

Provincia Luribay: Vino de Luribay
Provincia Camacho: (Pto. Acosta – Escoma y Carabuco) Suche, Boga, Mauri, Humantu,
Carachi, Ispi.
Provincia Pacajes: Santiago de Machaca = Asado de cordero con papas phiñu y
jallpawayca.
Calacoto= Tomatada de Suche
Corocoro= Asado de cordero con tunta y ocas. Sopas de quinua
real.
Provincia Inquisivi: Chairo, lagua de chuño, lagua de maíz, lagua de hualusa, kjeke,
picantes, huatías, kalapari (lagua cocida con piedras
calientes), humintas, chaque.
Provincia Caupolican: Ensalada de palmito, “cuqui” tostado (Abdomen de la hormiga
tujo)
Chicha de maíz sin fermento alcohólico.
Provincia Iturralde: El Tacana (Todo come asado = cuavi)
Hasacuavi = plátano asado
Cuavicuavi = yuca asada
Durucuavi = pescado envuelto en hoja de
japaina o de platanillo y asado al rescoldo.
Arroz en “majao. Plátano maduro en “nasapuri”
Chocolate de maní o majo
Los tacanas beben bastante chicha de maiz.

Provincias Nor y Sud Yungas: Yungas tenía una sola entidad política hasta 1900. En las fiestas luego del baile viene una comida de “alferazgo” (quiere decir preste), el “alferez” gasta e invita comida y bebida. Se come el LOJRE (rebanaditas de plátano – guineo verde- bién cocidas en agua, con papas y algo de carne y mezclado todo con una cierta cantidad de maní molido.

El plátano postre es el sustituto del pan, sirve para acompañar las racachas fritas, con “ají de maní”.

Otro aporte= El relleno de achojchas, el cocktail yungueño.
Bebidas= Chinchivi,Tejhti, chicha de maní, coca

Provincia Omasuyos: Genaro Bilbao la Vieja, escribe: “ la papa o patata es un tubérculo muy abundante y originario del país. En la provincia hay cerca de 360 variedades, a cual mas sabrosas e interesantes.

Después de la conquista fué exportada a Europa donde su cultivo y consumo se ha extendido rápidamente hasta llegar a constituir uno de los alimentos indispensables.

La papa Boliviana tiene un valor alimenticio excepcional, mientras que la de otras regiones rápidamente degenera.”

Losprincipales cultivos de la provincia son: (cultivos ancestrales)Quinua, Cañahua, Maíz, Ocas, Papalisa, kantuta, totora. (cultivos de productos traidos por los españoles) Arvejas, cebollas, haba, legumbres en general, centeno, trigo, avena.
(Ganado local - Llama, Alpaca, Vicuña.)(Animales de crianza, introducidos por los españoles -Oveja,, caballo, Buey, cerdo, gallina)

Peces endémicos del Lago Titicaca:

Karachi, Boga, Suche, Mauri, Kaño pongo, ispi. Sapos del Lago.

El departamento de La Paz y su capital, contienen un tesoro gastronómico de incalculable alcance, la cultura que lo habita, es la responsable de la domesticación de la papa, su utilización culinaria y aporte alimentario para toda la humanidad, logro tan significativo que enorgullece a sus habitantes y enaltece a sus cocineros.

LO QUE TENEMOS QUE SABER DEL CHAIRO


LO QUE TENEMOS QUE SABER DEL CHAIRO
Por: Guillermo Iraola Mendizábal
La Paz, 10 de junio del 2008

Tres aseveraciones importantes con relación al CHAIRO PACEÑO dan lugar a este trabajo de investigación, presentando su certificado de orígen y carta de ciudadanía indiscutibles. Un aporte a la historiación de la gastronomía latinoamericana.
1/. El CHAIRO es una sopa mestiza que inicia su camino en la historia de la gastronomía CHARQUENSE (el territorio que hoy se llama Bolivia) en el siglo XVIII, período de muchos cambios – ocurrió la expulsión de los Jesuitas en 1767 y la fundación del Virreynato de La Plata en 1776, al que pasó a pertenecer Charcas.
2/. Lo mas probable es que durante esta época y con motivo del primer y el segundo cerco de la ciudad de La Paz, el CHAIRO , haya tomado su carta de ciudadanía en esta querida ciudad, seguramente al inicio en forma de “chupe” y/o “uchu” , para mas adelante tomar su forma definitiva.
3/. El CHAIRO, es el plato bandera de la ciudad de La Paz, producto de la FUSION cultural – gastronómica de dos pueblos, el AYMARA y el ESPAÑOL; representa el mestizaje de 516 años y su resultado actual, significa la evolución de la gastronomía mestiza de este territorio,hoy llamada “cocina tradicional boliviana”.

Buscar el origen del Chairo, es buscar en la composición de sus ingredientes, de sus técnicas culinarias y en las tendencias de los gustos de cada época de nuestro territorio.
Haciendo una revisión detallada de sus ingredientes, se puede comprobar que por lo menos 10 de los 13 productos que la componen, son artículos comestibles que los Españoles trajeron a la América. Si calculamos que los Españoles llegaron al altiplano Boliviano actual, en el año 1532, seguramente tardaron en aclimatar los productos que trajeron, enseñar su uso y hacer una costumbre de su consumo. Este período de FUSION duraría unos 100 años y ya estamos en el siglo XVII (1600).
El cronista COBO escribe para 1653, que “a mediados del siglo XVII, el consumo de maíz, trigo, frejoles,cebada,cebolla, perejil, culantro, comino, anís y otras legumbres, hortalizas y condimentos, estaba generalizado en todo el territorio del Virreynato. El ajo, la hierba buena y los melones eran, entre todas las plantas que se trajeron, las de mayor consumo entre los Indios”
A mediados del siglo XVII – escribe la investigadora Rosario Olivas Weston- “ La comida de los jornaleros era por lo general una gran “olla” en la cual abundaba mas la carne antes que las legumbres”.
También escribe:” Había gran cantidad de ovejas en las pampas y las punas de las provincias del Collao y su carne era muy barata”.
Es de suponer que con estos antecedentes, los Aymaras y Quechuas conquistados, comían en particular la carne de oveja en “chalona” que hacían cocer en un caldo acompañado de carne fresca y de los otros ingredientes que podían meter a su olla (Como ya nos deja relacionar el cronista COBO, estos otros ingredientes en su mayoría son las hortalizas traidas de España y aclimatadas en el altiplano), sin el menor ánimo de pretender copiar para nada ninguna receta Europea. Lo que pasa es que la forma más fácil de cocinar desde tiempos pretéritos (desde que apareció el fuego y las técnicas de cocción – en todo el mundo) meter ingredientes en una olla que hierve, sin mucho cuidado, nos lleva de alguna manera a algún final mas o menos feliz. Así se inventó también con seguridad la misma “olla española”.
Para 1776 (siglo XVIII), por referencia del libro de cocina escrito por Doña Josefa Escurrechea , acerca de la comida que se come en Potosí, se puede observar que la Olla Española, está mestizada de acuerdo a los siguientes ingredientes: Pecho de Vaca – Carnero – Jamón – Tocino – capones o gallinas gordas – garbanzo – ajo – Yerba buena – culantro – Repollo – yucas – camotes – plátanos – nabos – membrillos – peras - zapallos- papas – ocas –chuño – morcillas – salchichas – longanizas – azafrán – clavo – canela – pimienta – mostaza – perejil - ají . Se puede observar que los productos subrayados poseriormente serán parte esencial del futuro CHAIRO, y el concepto de hacer hervir una serie de productos a la vez es el mismo que utilizan Aymaras y Quechuas en la correspondiente elaboración de sus “chupes”.

Probablemente si seguimos por este camino, es fácil suponer que las mujeres indígenas que se encontraban en el servicio doméstico, fueron haciendo sus propias adaptaciones, mezclando el concepto Europeo de la “olla” y el Aymara del “chupe”, utilizando siempre como base para espesar estos caldos, a la papa en diferentes variables y la chalona de oveja como saborizante fundamental, casi como un homenaje a la “oveja” que tiene el escudo de La Paz, concedido por CARLOS V en 1555. (Ya teníamos 221 años de mestizaje culinario)

En 1781, TUPAC CATARI sitió la ciudad de La Paz en dos ocasiones, sembrando hambre y destrucción entre los Españoles que la habitaban. La ciudad fué liberada por Ignacio Flores y su ejército. Dicen que los indígenas al verlo llegar no ofrecieron resistencia y se retiraron sin presentar batalla. Flores entró a la ciudad dejando algunos víveres que recogió del campo, de los sembradíos de los indios Aymaras, quienes ya cultivaban zanahoria, arveja, haba, trigo, yerba buena y eran propietarios de grandes cantidades de ovejas y además tenían cultivos extensos de papas y maíz, procesaban el chuño y eran expertos haciendo chalona. Los Españoles que recibieron este regalo, llenaron sus estómagos cansados preparando lo que más fácilmente se podía hacer de manera común para todos, picar todo y hacerlo hervir.

El hambre era tal que además se sirvieron estos alimentos de otras maneras simples y en olla común, tal es el caso de la implementación, también, del plato paceño.

Por motivos que se desconocen, Ignacio Flores se fué dejando 80 hombres al mando de Sebastián de Segurola (Ese personaje a cuya imágen hicieron los Aymaras la figura del Ekeko), soldados que tenían que comer de manera no muy sofisticada pero fuerte. Esta poderosa sopa un poco “olla”, un poco “chupe”, un poco “uchu”, se fué transformando en “la sopa”, en “el chairo”.

CIRO BAYO, en su obra “ Chuquisaca o La Plata Perulera” , cuenta su estadía de cinco años en Sucre a finales del siglo XIX (1890) y menciona algunas cosas importantes: Relata como eran las picanterías, desnuda la realidad de la sociedad hipócrita, de los amores con cholas y las visitas a las chicherías donde se vende comida picante, “Uchus”, fundamentalmente elaborados en base a carne y papas, habla de los “chupes” y del “chairo”, siendo esta la primera referencia histórica de esta palabra en el uso culinario latinoamericano. Probablemente, las “picanterías”y las cocinas silenciosas de las domésticas indígenas fueron los laboratorios donde se gestó la estupenda sopa llamada CHAIRO, y algo más, por esta referencia,deducimos que las picanterías en Sucre preparaban esta sopa,respetando su nombre de CHAIRO PACEÑO; lo que nos da la idea de que este potaje ya cobró fuerza y marca en la segunda mitad del siglo XIX.

En 1917, poco después de la guerra civil (1898-1899) entre La Paz y Sucre, Doña Sofía Urquidi, escribe un libro de recetas en el que menciona el CHAIRO de la siguiente manera:

...........” Se remoja por lo regular chuño prieto, después de limpio se martaja bién, se le pone en agua y lava varias veces; luego se adereza con carne o cecina deshilada, ají amarillo molido, ajíes verdes enteros, hojas de cebolla, yerba buena, etc. Debe tener bastante caldo.”

Con lo que ya es fácil darse cuenta que este suculento plato ya tiene una presencia seria en la ciudad de La Paz ( probablemente las picanterías paceñas la difunden con más fuerza), aunque sigue su proceso de mejoramiento culinario.

Después de la guerra del Chaco (1931 – 1936), aparecen diferentes publicaciones de recetas de cocina que nos muestran los hábitos alimenticios, no ya de una alta sociedad como sucedía en las publicaciones anteriores, sino más bién de una creciente clase media empobrecida y democrática en sus gustos culinarios, compartiendo con el pueblo mas pobre (mineros, campesinos, artesanos) sus preparaciones de la rutina diaria. La guerra del Chaco, ha dejado una profunda huella en el pueblo y son tiempos en los que se gesta una revolución de grands proporciones (1952).

Luis Tellez Herrero (1946), Aida Aguirre Gainsborg de Méndez ( 1945), Antonio Paredes Candia (1990), todos en sus propios estilos y recogiendo lo mejor de las recetas de la época, nos muestran también la presencia del CHAIRO PACEñO, con algunas variables en sus ingredientes y sobre todo en su presentación final, pero la base del sabor se consolida con el aroma de la “chalona”, los nudos de cordero, la papa al hilo, la zanahoria al hilo, la huacataya, la yerba buena, el orégano, las arvejas, la haba, la patasca, el mote de trigo, el chuño martajado, el ají verde, el aji colorado , el perejil , el queso y el chicharrón, que son los aditamentos base de libre uso para saborizar con mas fuerza el plato.

Es un plato de sopa mestizo con ingredientes europeos en su mayoría pero con la sazón Aymara, la sazón que solo un cocinero Boliviano y Paceño sobre todo, puede dar, por estar acostumbrado su paladar a esa combinación fuerte de condimentos como es la herencia que nos dejaron en nuestra comida tradicional las técnicas culinarias medioevales que trajeron los Españoles.

Hoy en el internet se puede ver con que facilidad algunos hermanos peruanos de las provincias del sur (Ayacucho, Puno etc.) se adjudican para si esta receta mestiza andina, esto se debe fundamentalmente a la influencia que tiene la ciudad de La Paz en estas geografías tan próximas, tan culturalmente iguales. Pobladas también por Aymaras que pertenecen a la misma raza y nación de los Aymaras Bolivianos, Chilenos o Argentinos. Seguro que culturalmente todos tienen el mismo gusto y las mismas preferencias y es natural que compartan lo mismo, solo que es mejor tener claro que esta sopa se origina en la geografía de la capital de la cultura Aymara – la ciudad de La Paz – y es producto de un depurado proceso de FUSION cultural con los Españoles que refundaron esta ciudad y sus hijos que la habitan, los mismos que decidieron colocar al “emblemático cordero” en el escudo de la ciudad y como ingrediente bandera de su sopa más importante.

Lo demás es fácil de suponer, con la misma facilidad con la que se vende gas boliviano en Puno, las recetas traspasan las fronteras, llevadas fundamentalmente de la mano de sus consumidores que son de la misma raza y cultura. Concluyamos explicando que aproximadamente hasta 1780; Puno se desmembró de la provincia de La Paz y pasó a formar parte de la Audiencia de Cuzco. Fué en esta época que Charcas pasó a la administración del Virreynato de La Plata, es decir que con seguridad, la receta de la “olla” mestiza que se elaboraba en Potosí, que menciona el libro de Doña Josefa Escurruchea,era también preparada en Puno, por ser parte hasta esa época del territorio de Charcas. Es natural que ahora coman CHAIRO PACEÑO en Puno, así como en Bolivia comemos sin problemas las “papas a la huancaina”.

Antonio Paredes Candia, en su libro, “Gastronomía Nacional y Literatura”, menciona una poesía escrita por el poeta Jorge Mancilla Torres:

“Creo en el chuño sumido
En un caldo de chalona
Y carne de res dulzona,
Ají amarillo molido
Arvejas, trigo prendido
Zanahoria, patascka el leño
(el sabor pone su empeño),
La papa picada al hilo
Y el perejil en el filo,
Frugal del chairo paceño